5 Lecciones Reales de Gestión en Proyectos de Infraestructura Crítica
Requieren gestión quirúrgica, visión de riesgo y una comprensión profunda de cómo cada cambio afecta a un ecosistema completo.
Aquí comparto las lecciones que realmente importan cuando una ventana no admite errores.
1. El gobierno del proyecto es el cimiento invisible
Antes de hablar de fechas, cortes o ventanas, hay tres pilares que deben quedar resueltos:
- un modelo de comunicación claro,
- roles definidos y puntos únicos de contacto,
- un esquema de reporting coherente y frecuente.
Sin ese marco, el proyecto no avanza:
solo reacciona.
Y en infraestructura crítica, reaccionar nunca es suficiente.
2. El freezing es la restricción más dura del ecosistema —y la más ignorada
En sectores como banca, retail o telecomunicaciones, ciertos meses, semanas o ciclos operativos no permiten cambios.
No es negociación: es política de continuidad.
Si tu planificación no incorpora estos periodos desde el inicio, el cronograma deja de ser técnico y pasa a ser ficticio.
La infraestructura obedece a los calendarios institucionales, no a los deseos del proyecto.
3. La ruta crítica nace del riesgo, no de las tareas
Muchos cronogramas fallan porque se enfocan solo en la actividad principal (“implementar”, “migrar”, “activar”) y excluyen todo lo que define el éxito real:
- preparación,
- validaciones previas,
- análisis de interdependencias,
- pruebas funcionales,
- revisiones de seguridad,
- escenarios alternativos,
- ventanas y post-ventanas,
- tiempos de recuperación.
Un avance que ignora la planificación técnica y operativa es un número sin valor.
Una ruta crítica sin riesgo no es ruta crítica:
es un deseo.
4. El ecosistema siempre presiona desde todos los ángulos
En una ventana crítica intervienen múltiples grupos con visiones distintas:
- quienes operan,
- quienes mantienen,
- quienes consumen el servicio,
- quienes auditan,
- quienes esperan continuidad,
- quienes esperan rapidez.
Cada uno interpreta el avance a su manera.
Tu rol como PM es ser el punto de convergencia:
alinear la realidad técnica con la realidad documental, y evitar que expectativas no gestionadas se conviertan en fricción.
5. Documenta lo esencial y solo lo esencial
Documentar no es producir ruido.
Es registrar decisiones clave que luego sostendrán:
- la trazabilidad,
- el entendimiento del riesgo,
- los acuerdos previos,
- y la claridad del alcance.
No necesitas diez actas.
Necesitas una buena cuando importa.
La documentación puntual no es burocracia:
es claridad para todos y protección ante interpretaciones erróneas.
⭐ Reflexión Final
Coordinar una ventana crítica de infraestructura me recordó que la gestión no es una lista de tareas:
es un ejercicio de anticipación, alineamiento y resiliencia.
Un PM no “acompaña” un cambio.
Lo sostiene, lo ordena y lo hace posible incluso cuando el entorno cambia.
- La tecnología habilita.
- La gestión asegura.
- Y en infraestructura crítica, sin lo segundo, lo primero no basta.

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