El liderazgo también se mide en las conversaciones difíciles
En muchas organizaciones se habla de comunicación abierta, liderazgo ágil y cultura de feedback.
Pero en la práctica, cuando un colaborador deja de ser parte del equipo —ya sea interno o externo—, todo eso desaparece.
Ya no hay reuniones, ni agradecimientos, ni explicaciones.
Un silencio que deja preguntas sin respuesta.
👀 He visto cómo esta falta de claridad destruye la confianza y deshumaniza los procesos.
Y lo peor: se ha normalizado delegar esa conversación a Recursos Humanos, como si comunicar una decisión incómoda fuera una tarea que puede evitarse.
⚠️ El verdadero líder no se esconde detrás de un correo.
No evita el contacto cuando la noticia es incómoda.
No deja en visto a quienes confían en su liderazgo.
💡 Dar feedback no es un detalle. Es un acto de respeto.
Todo profesional —junior o senior— merece entender por qué no continúa.
Eso le permite cerrar un ciclo, crecer, mejorar.
Eso es justo. Eso es maduro. Eso es ético.
📚 En el estándar de liderazgo del PMI (Project Management Institute), esto no es una sugerencia opcional:
“El líder comunica con honestidad, transparencia y empatía.
Da retroalimentación de manera efectiva y oportuna.”
No hacerlo deja una oportunidad perdida de ejercer un liderazgo maduro.
🎯 Ser líder no es solo guiar cuando hay logros.
También es tener el coraje de mirar a los ojos y decir:
"Gracias por tu trabajo. No seguiremos, y esta es la razón."
🙌 Un mensaje para todos los que gestionan equipos, procesos o decisiones:
Si tienes el valor de liderar, también debes tener el valor de ser claro.
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